Uno de los principales problemas de los vehículos eléctricos es que su tecnología aún dista mucho de alcanzar las capacidades de un vehículo diésel o de gasolina, ya que la escasez de puntos de recarga y la baja autonomía de las baterías suele limitar a casi todos los modelos del mercado al compararlos directamente con un motor de combustión.
Además, el precio de los coches eléctricos suele ser más elevado que los diésel o gasolina, precisamente por tratarse todavía de un nicho de mercado reducido. La baja demanda tiene un impacto importante en el precio de manufactura de los coches, y de ahí que estén en desventaja en el precio de salida frente a otros modelos.
Si estás planteándome la compra de un coche eléctrico en un futuro cercano, estos son algunos de los costes añadidos de la compra y mantenimiento de un coche eléctrico.
1. El pago de impuestos
En España hay que abonar diferentes impuestos al adquirir un coche nuevo, con primera matriculación:
- Impuesto del valor añadido: Un coche nuevo de concesionario en España debe abonar un 21% de iva independientemente si se trata de uno con motor de combustión, eléctrico o movido con energías alternativas.
- Impuesto de matriculación: el valor del impuesto de matriculación depende de la relación el consumo del coche eléctrico y las emisiones. Los coches eléctricos como todos aquellos con emisiones por debajo de los 120 g/km, están exentos del impuesto de matriculación.
- Impuesto de circulación: a diferencia del IVA y del impuesto de matriculación, se abona cada año al Ayuntamiento en que esté empadronado el titular del vehículo. Al ser un impuesto municipal, la cuantía depende de la legislación local. Muchos ayuntamientos incentivan el uso de estos vehículos ofreciendo descuentos en la cuota anual a los coches eléctricos.
2. Las baterías del coche
Las baterías de un coche eléctrico pueden comprarse conjuntamente con el coche, pagando el precio correspondiente, o alquilarse y abonar una cuota mes a mes a lo largo de toda la vida del coche. Aunque a la larga el precio de la batería alquilada probablemente salga más cara, es importante tener en cuenta que una batería alquilada es propiedad de la marca del coche, por lo que responderán por ella incluso después de que caduque la garantía, y la reemplazarán cuando deje de cargar por debajo del límite o se estropee.
3. La instalación del punto de recarga
Uno de los principales desventajas a la hora de comprar un coche eléctrico es que este requiere de un punto de recarga en casa, que complemente a los que se encuentran en el entorno urbano y que todavía escasean por las calles y carreteras españolas.
Dependiendo de dónde vivas, si se trata de una comunidad de vecinos, si alquilas una plaza de garaje, o si dispones de un garaje privado en un chalet o un adosado, el punto de carga homologado tendrá unas características y precio diferentes. No es lo mismo instalarlo en un garaje con acceso privado, donde el dueño del coche es quién tiene domiciliada la factura de la electricidad y además puede cargar el coche por la noche sin necesidad de incrementar el suministro eléctrico, que en el aparcamiento de una comunidad de vecinos, donde quizás tengas que pagar más por el cableado, o hablar con un técnico sobre la posibilidad de aprovechar la estructura del edificio para ahorrar en la instalación.
Si te estás planteando adquirir un coche eléctrico pero te preocupa el valor del punto de recarga, no está de más consultar directamente con el concesionario por si tuvieran una oferta disponible que cubra el precio del punto de recarga total o parcialmente, o solicitar una de las ayudas del estado a la compra de coches eléctricos, como los planes Movea o Movalt, que incluyen este gasto, o bonificación equivalente.
4. El coste de la electricidad
Un motor de combustión no dispone de un diseño tan refinado: el consumo de un coche eléctrico y su mecánica son muchísimo más eficientes, con un margen de más de un 60% entre un tipo de motor y otro.
Precisamente por ser poco eficiente en su mecánica, el motor de combustión suele gastar bastante más de lo necesario en combustible, algo que no hace más que sumar cuando se tiene en cuenta el elevado precio de la gasolina o el gasóleo, a lo largo de un arco de 365 días.
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico? Con un coche de gasolina el valor de 100 Km es en torno a los 6 euros en combustible. La misma distancia con un coche eléctrico suele cubrirse con un gasto de entre 1 y 2 euros en electricidad si se recarga en casa.
5. El coste de mantenimiento de un coche eléctrico
Todos los vehículos tienen un coste añadido a su precio inicial que viene con el desgaste del coche, el mantenimiento y el eventual reemplazo de los componentes. Un coche eléctrico no es diferente, aunque en su caso, al no poseer un motor mecánico, sus piezas están sometidas a menos movimientos, cambios de temperatura y roces, y por tanto es menos susceptible de tener que pasar por el taller que un coche de combustión interna.
¿Qué mantenimiento tiene un coche eléctrico? Entre los componentes y revisiones que te ahorras con un coche eléctrico estarían por ejemplo el embrague, las bujías o la correa de distribución, aunque aún deberás seguir prestando atención a los neumáticos o los frenos entre otros componentes comunes.
Los componentes específicos de los coches eléctricos pueden resultar más costosos, y el hecho de que su producción reducida no ayuda. Por ejemplo, el reemplazo de las baterías del coche puede acabar pasándote factura, especialmente si las adquieres en propiedad en vez de alquilarlas, y superas la vigencia de la garantía.