Las normativas de contaminación de la Unión Europea se endurecen con el paso del tiempo, y esto afecta especialmente a los vehículos diésel. Desde la llegada de la normativa actual, la Euro6, muchos propietarios se preguntan cómo afecta ésta a sus coches y si deben hacer alguna modificación en ellos.
Pero las normativas comunitarias no son las únicas que se ciernen sobre los vehículos diésel. En los últimos tiempos, se les están sumando otras restricciones más severas a nivel municipal y autonómico. Por ejemplo, en Barcelona, los coches diésel de más de veinte años no podrán circular por el área metropolitana a partir de 2019. La misma restricción se aplicará en Madrid a partir de 2025 y, en las Islas Baleares, será éste el año en el que comenzará la prohibición de la venta e introducción de este tipo de vehículos.
El escenario se muestra cada vez más complicado para estos coches y esto ha ocasionado que muchos propietarios se planteen tomar medidas al respecto.
1. Las novedades de la normativa Euro6 con respecto a la Euro5
La normativa Euro6 es la más exigente de todas las normativas de contaminación aplicadas por la Unión Europea hasta la fecha. En ella, las emisiones de óxido nitroso se limitan a 80 mg/km, mientras que la Euro5 lo situaba en 180 mg/km. Por su parte, las emisiones combinadas de hidrocarburos y óxido de nitrógeno se reducen de 230 mg/km a 170 mg/km.
Los vehículos anteriores a Euro6 aún pueden circular, aunque cada vez lo tendrán más difícil en muchas ciudades. Esto no se debe solo a que sus niveles de contaminación se vayan alejando de lo previsto por las autoridades municipales y comunitarias, sino también a que su valor de reventa en el mercado de ocasión se verá cada vez más reducido, ya que se les anticipa poca vida útil a corto y medio plazo.
El hecho de conducir un coche diésel anterior a Euro6 supone también un mayor gasto en impuestos, sin olvidar que ocasionan un perjuicio al medioambiente y a la salud de los ciudadanos.
2. ¿Cuáles son las opciones para actualizar los vehículos diésel a Euro6?
Ante la cuestión de si tiene sentido adaptar un viejo vehículo diésel a la normativa actual, un factor muy importante es el económico. Las distintas opciones que se le plantean a los propietarios de este tipo de coches suponen, en mayor o menor medida, una inversión que hay que valorar en términos de rentabilidad.
Actualizar el software del vehículo
Se reprograman los sistemas informáticos del coche, para que el propio vehículo controle las emisiones nocivas que produce.
Ventajas:
- La reprogramación del vehículo es algo sencillo de llevar a cabo, y no ocasiona alteraciones físicas en el coche.
- Es la medida más económica y, además, suele estar promovida por las marcas fabricantes, por lo que el coste para el usuario es inexistente.
- Se puede llevar a cabo en prácticamente la totalidad de los vehículos diésel que cuenten con una centralita informática.
Desventajas:
- No es la medida más eficaz para reducir la emisión de partículas contaminantes.
- Su instalación puede resultar insuficiente para cumplir con las normativas legales actuales y futuras.
Instalar un filtro de partículas
El filtro de partículas es la pieza encargada de retener las carbonillas generadas cuando el motor está en marcha, evitando así que se dispersen a la atmósfera. Los modelos diésel más modernos lo traen incluido de fábrica y, en algunos de los modelos antiguos, se puede instalar a posteriori.
Ventajas:
- Es un sistema bastante eficaz, ya que consigue retener gran parte de las partículas que genera el motor.
- Si viene instalado de fábrica, los usuarios no sufren las molestias de la instalación correspondiente.
Desventajas:
- Según el modelo del coche, el filtro de partículas puede ser costoso y complejo de mantener. Requiere de revisiones periódicas que se realizan en el taller.
- En caso de que el propietario del vehículo tenga que instalarlo por su cuenta, es una operación costosa y compleja.
Usar el sistema de depuración de gases AdBlue
AdBlue es un aditivo químico que convierte el óxido de nitrógeno en sustancias inocuas para el ser humano. Es complementario a los filtros de partículas, ya que éstos no pueden eliminar por sí solos este tipo de gases nocivos, y resulta necesario en los vehículos cuyos motores no puedan cumplir con los estándares legales.
Ventajas:
- Es un modo muy eficaz a la hora de convertir el óxido de nitrógeno en una mezcla de nitrógeno y vapor de agua.
- No requiere ningún cuidado ni cambio de hábito en la conducción.
- Es asequible y fácil de mantener, ya que solo requiere reponerlo aproximadamente cada 20.000 kilómetros.
Desventajas:
- Al igual que los filtros de partículas, no es posible instalarlo en todos los vehículos si no cuentan con ello de fábrica, y los costes resultan bastante elevados, ya que suponen alterar la mecánica del coche.
- Necesita una revisión periódica.
- Hay que reponer el aditivo cada determinado número de kilómetros. En caso contrario, el motor podría dejar de funcionar.
3. Las medidas de los fabricantes
Ante el cambio de normativas y los distintos problemas asociados a algunos modelos diésel, las marcas fabricantes han decidido tomar parte y facilitar la transición de Euro5 a Euro6. De hecho, hace unos meses, la patronal de fabricantes alemana de automóviles (VDA) anunció que algunas de las marcas aplicarían actualizaciones de software a más 5 millones de vehículos que cumplen con las normativas europeas Euro5 y Euro6, con el fin de reducir las emisiones contaminantes entre un 25 y un 30%.
En concreto, Audi ofreció esta actualización para unos 850.000 vehículos con motores diésel V6 y V8 TDI, lo que supondría reducir las emisiones incluso más allá de los requisitos legales. Por su parte, Daimler ha hecho lo mismo con más de un millón de coches Mercedes-Benz, a lo que han añadido incentivos económicos para todos aquellos propietarios que opten por cambiar su viejo automóvil por uno nuevo. Unas medidas similares a las que se han hecho desde otras casas, como BMW y Volkswagen.
Pero, aunque los fabricantes pretenden ofrecer una alternativa a las políticas más restrictivas de la Unión Europea, desde las instituciones comunitarias se duda de la eficacia de estas medidas. De ahí que se haya propuesto evaluar los efectos reales de estas actualizaciones, sobre todo para los vehículos fabricados bajo la normativa Euro5.
Desde el Ejecutivo comunitario han declarado "Esperamos que las autoridades alemanas garanticen que se mida y se pruebe la reducción de las emisiones a través de pruebas más precisas de emisiones en conducción real, no sólo en laboratorio".
4. Entonces, ¿resulta rentable adaptar un vehículo diésel de Euro5 a Euro6?
Esta pregunta no tiene una única respuesta. La edad, el modelo y el uso que se le vaya a dar a cada vehículo son determinantes para saber cómo de rentable resulta, en términos económicos, la adaptación de un viejo vehículo diésel a Euro6.
Las actualizaciones de software son el método más asequible y cuentan con el apoyo de las marcas, pero su eficacia aún no está del todo comprobada. Por su parte, los cambios en términos de hardware y mecánica no son aplicables en todos los casos, y requieren de una mayor inversión. El lado positivo es que sí reducen las emisiones nocivas a los niveles de las normativas actuales.