Puede ser una buena estrategia, pero debemos estar preparados para la dificultad que supone conducir un vehículo en ausencia de luz natural. La menor visibilidad hará que debamos estar más concentrados y que, por ello, nos cansemos más. A lo que hay que sumar la posible somnolencia.
Aunque parece obvio, no todo el mundo tiene en cuenta que conducir de noche entraña mayor peligro que hacerlo de día. Según diversas fuentes, alrededor del 40% de los accidentes tienen lugar por la noche, lo cual es muy llamativo si tenemos en cuenta que a esas horas el tráfico disminuye enormemente. Esto se debe a que, a pesar de que la visibilidad es mucho peor y de que estar atento a todos los elementos de la carretera requiere mayor concentración, estar descansado y detectar a tiempo cualquier signo de somnolencia, muchas veces los conductores no nos paramos a pensar en ello y no le damos la relevancia que tiene. Además, en ciertas circunstancias de especial dificultad y peligrosidad, como al conducir de noche con niebla, no se reduce suficientemente la velocidad. A lo largo de estas líneas te daremos los consejos fundamentales y muy sencillos para que pierdas el miedo a conducir de noche y puedas hacerlo de forma totalmente segura.
1. Consejos para conducir de noche con seguridad
A continuación te damos una serie de consejos para aumentar la seguridad a la hora de conducir de noche; consejos que te será muy fácil seguir para evitar accidentes y disfrutar de tus viajes en carretera:
- Moderar la velocidad. Parece evidente que cuando tenemos una visibilidad reducida, debemos disminuir consecuentemente nuestra velocidad. No obstante, muchas veces olvidamos este importante aspecto y nos dejamos llevar por el hecho de que la carretera se encuentra prácticamente vacía y, lejos de conducir más despacio, aumentamos la velocidad. Es muy importante que no pierdas de vista que debes ser capaz de parar el coche totalmente dentro del campo iluminado por los faros si se produce algún imprevisto. Algunos expertos recomiendan que la velocidad máxima se reduzca un 20% con respecto a las horas diurnas, es decir, 90 km/h en carretera. A esta velocidad podemos conducir sin miedo a no ser capaces de reaccionar a tiempo ante cualquier circunstancia inesperada.
- Estar más vigilante. Debe aumentarse la frecuencia con que se mira por los espejos retrovisores para anticiparse a cualquier situación.
- Aumentar la frecuencia de descanso. Es conveniente hacer paradas para descansar más a menudo que durante el día. Se recomienda detener el vehículo cada hora y media para despejarse y también para poder tener más controlada la limpieza de los cristales y evitar así los peligrosos deslumbramientos.
- Mantener la distancia de seguridad. Debe ser algo mayor que durante el día y nunca menor a tres segundos.
- Cuidar las condiciones del interior del vehículo. Se recomienda mantener el habitáculo bien aireado y con una iluminación tenue, tanto en el propio interior, como en el cuadro de mandos del salpicadero. De esta forma puedes apreciar mucho mejor los elementos del exterior. Además, es conveniente que escuches música o que conectes la radio para evitar así la somnolencia.
- Verificar la altura de los faros. Antes de emprender tu viaje debes comprobar que la altura de los faros es la correcta, de manera que el campo que iluminan sea suficiente. También es aconsejable que lleves las luces de cruce conectadas entre la puesta y la salida del sol.
- Reaccionar correctamente ante los deslumbramientos. Si uno de los coches que nos cruzamos nos deslumbra con sus faros , lo correcto es aminorar la marcha, pegarse al lado derecho del carril por el que circulemos y girar la vista hacia la derecha para evitar encontrar de frente la fuente de luz.
- Reducir claramente la velocidad si la meteorología es desfavorable. Si durante la noche nos vemos obligados a conducir con lluvia, deberemos disminuir aún más la velocidad. En invierno y, según la zona en la que nos encontremos, puede también ocurrir que tengamos que conducir con nieve. En este caso, se recomienda mantener una velocidad baja y sostenida, evitando acelerones y pisando el freno lo menos posible.
- Actuar ante el mínimo signo de somnolencia. Si detectamos que tenemos sueño debemos parar inmediatamente y dormir durante unos veinte minutos para poder continuar la marcha sin ningún riesgo. Quedarse dormido al volante es una de las principales causas de accidentes durante la noche y muchas veces se producen porque subestimamos su peligrosidad y creemos que seremos capaces de vencer a la somnolencia con pequeños trucos. Tamién podemos parar e ingerir algún alimento ligero o bebidas estimulantes.
2. Algunos datos sobre qué ocurre al conducir de noche
Conducir de noche es más peligroso que hacerlo de día y así lo atestiguan diferentes datos y estadísticas. En los accidentes nocturnos se producen más víctimas mortales que en los diarios. La siniestralidad nocturna recoge un mayor número de colisiones, salidas de la calzada y atropellos a peatones, en vías urbanas. En cuanto a las carreteras, el tipo de accidente que más muertes provoca son los atropellos, seguido de colisiones y salidas de la calzada. Según un estudio, el 73% de los conductores declara que no se siente seguro al conducir de noche y la razón que la mayoría esgrime para ello es que tiene menos capacidad de visión. El 65% revela que es sensible al deslumbramiento. El 32% de los conductores diagnosticados con problemas de visión relata que sufre grandes dificultades durante la noche e incluso muchos usan gafas para conducir de noche.
Desde compramostucoche.es te recomendamos, por tanto, que sigas nuestros consejos para disfrutar al máximo y con seguridad de la conducción nocturna.