Estar preparado para conducir con lluvia puede ahorrarte momentos de indecisión y peligro al volante. Para ello, no basta solo con poner a punto todos los elementos fundamentales de tu vehículo, como son sus herramientas de visibilidad y agarre, sino también estar al tanto de una serie de precauciones y consejos garantizan su seguridad y comodidad en carretera.
¿De verdad crees que en nuestro país es extraño encontrarse con lluvia, nieve o granizo a la hora de circular? Conducir con lluvia puede ser más frecuente de lo que piensas en cualquier época del año, sobre todo si realizas un largo trayecto o atraviesas determinadas zonas. Solo estando adecuadamente preparado puedes evitar poner en peligro tu seguridad y la de los que te rodean, y dejar de lado momentos de dudas y angustia al volante. Por una parte, es fundamental chequear el buen estado y correcto funcionamiento de todos los elementos de tu vehículo relacionados con la visibilidad (lunas, espejos, limpiaparabrisas…) y el agarre a la carretera (tracción, neumáticos…); y lo que es más importante: mantente al corriente de todas las precauciones a seguir sobre cómo conducir con lluvia. En compramostucoche.es te informamos de todos los consejos y trucos que te ayudarán a optimizar la visibilidad y estabilidad durante la lluvia, y que harán de tu conducción una experiencia mucho más cómoda y tranquila.
1. Conducir con lluvia: consejos útiles
Para conducir bajo la lluvia con seguridad y sin correr ningún tipo de riesgo te conviene prestar atención, por encima de todo, al agarre del vehículo. Dejando a un lado la falta de visibilidad que los temporales acarrean, lo cierto es que el principal problema con el que puedes enfrentarte es la eventual falta de estabilidad de tu coche y de agarre a la carretera de cualquier vehículo. Estas carencias pueden traducirse en una momentánea pérdida del control de tu vehículo, y provocar una colisión con otro automóvil o la salida de tu coche de la calzada. Entonces, ¿cómo conducir con lluvia y con un óptimo agarre? En primer lugar, atendiendo a estos cuatro consejos fundamentales:
- Lo más importante, circula a una velocidad moderada y trata de evitar cambios bruscos en la dirección de tu coche. Igualmente, acelera y frena siempre de forma progresiva y suave, dentro de las posibilidades.
- Evita atravesar las aguas corrientes, es decir, tramos en los que el agua circula sobre la carretera y te impide verla bien. Al no ser capaz de estimar la profundidad de estas corrientes de agua, puedes hundir demasiado tu vehículo y calar el motor. Además, en el caso de que estas aguas corran con fuerza, pueden hacerte perder completamente el agarre a la carretera y arrastrarte.
- Aumenta la distancia de frenado: ten en cuenta que uno de los principales riesgos de conducir con lluvia, al igual que sucede a la hora de conducir con hielo, es el deslizamiento de tu vehículo a la hora de frenar bruscamente.
Este tipo de deslizamientos suelen estar relacionados con un fenómeno conocido como aquaplaning. Cuando los neumáticos, ya sea por su nivel de desgaste o por la cantidad de lluvia que corre por la carretera, no pueden evacuar el agua que atraviesan al circular, se produce momentáneamente una fina capa de agua que separa las ruedas del suelo de la carretera. Basta con que esta falta de contacto con el asfalto se produzca durante un segundo para que el coche pierda la trayectoria. Por ello, te conviene chequear de manera periódica el estado de los neumáticos y el nivel de desgaste del dibujo. Si este ha perdido profundidad, corres el riesgo de que las ruedas no puedan expulsar correctamente el agua de lluvia.
2. Obtén la mejor visibilidad dentro y fuera de tu coche
Por otra parte, una vez que se ha asegurado el correcto agarre a la carretera, hay que prestar atención a otro gran inconveniente a la hora de conducir con lluvia: la visibilidad, ya sea la tuya propia como la de los conductores que nos rodean. Las precipitaciones, así como el agua que proyectan otros vehículos que circulan a nuestro alrededor y que lleva a nuestra lunas, disminuyen no solamente tu campo de visión horizontal, sino también la “profundidad” de la visibilidad, por lo que la distancia a la cual se reconoce un objeto se reduce.
El mejor modo de optimizar la visibilidad en carretera pasa, una vez más, por la precaución: asegúrate de manera periódica de que los limpiaparabrisas funcionan correctamente y que las escobillas no estén muy desgastadas. Unas escobillas sucias o muy deterioradas no solo complican la visibilidad, sino que pueden entorpecerla aun más, creando barro y esparciéndolo por las lunas. Además, ten en cuenta que, si vas a conducir con lluvia intensa, el uso de las luces no solo te ayuda a tener una mejor visión de la carreta, sino que es fundamental para otros conductores reparen en tu presencia.
3. Consejos para mejorar la experiencia al volante
Por último, existen algunos trucos que puedes utilizar durante la conducción que pueden garantizar una mayor comodidad a la hora de conducir con lluvia.
- Si sabes previamente que vas a atravesar un temporal, realiza un chequeo de tu coche
- En caso de un viaje largo, consulta toda tu ruta antes de salir
- Extrema tus precauciones de noche
- Circula por la parte más alta de la calzada, pues el agua se concentrará siempre en la más baja
- En caso de precipitaciones propias de la temporada de invierno, no dudes en consultar nuestras indicaciones para conducir con nieve.