La seguridad es el punto fundamental de los vehículos, y por ello la normativa al respecto es muy exigente. Los fabricantes están obligados a someter a los nuevos modelos a estas pruebas, con el fin de valorar y puntuar lo seguros que son. Aquí te contamos cómo funcionan y cómo escoger el coche más seguro.
Los parámetros que un vehículo debe obtener en estos crash tests vienen respaldados por la Unión Europea, de forma que la normativa esté unificada en todo el territorio, lo cual aporta mayores facilidades a los usuarios y a las empresas automovilísticas.
El crash test o test de impactos sirve para valorar la seguridad pasiva de un vehículo. La seguridad pasiva es aquella que engloba los daños resultantes de una colisión, y que junto a la seguridad activa en conjunto permite prevenir o reducir el número de accidentes y daños personales y materiales.
Antes de ser lanzado al mercado, todo vehículo debe someterse a este examen, que se suele realizar tanto en las instalaciones del fabricante cuándo el modelo está en desarrollo, y luego en una fase de prueba realiza en la Euro NCAP, el organismo que se encarga de este cometido en el territorio europeo, de cada coche que se vaya a vender en Europa.
En este artículo nos centraremos en analizar el test Euro NCAP, ya que es el más importante de todos los que se dan entre la fase de desarrollo y por último la comercialización del vehículo.
Hasta el año 1996 era responsabilidad del fabricante responder ante al seguridad de sus vehículos, pero no había un marco común oficial al respecto. Tras varios intentos, finalmente se crea el programa del Euro NCAP en 1997. A pesar de que los vehículos debe superar con un resultado positivo este examen, los fabricantes siguen realizando sus propias pruebas.
Para poder valorar el nivel de seguridad de un coche, hay una serie de exámenes que deben realizarse:
Son los más comunes en España y aportan un nivel de seguridad importante. Encabeza la lista el Volkswagen Polo, seguido del Seat Ibiza y del Honda Jazz, todos con una puntuación superior al 90 %.
Los compactos y familiares son los modelos que más inspecciones reciben, y su mayor tamaño hace que sea más fácil diseñar modelos con más margen para los elementos de seguridad. El primer puesto es para el Subaru Impreza, mientras el Mazda 3, el Mercedes Clase A y el eléctrico Nissan Leaf obtienen también una puntuación excelente en el crash test.
Los tres vehículos con mejor puntuación en el Euro NCAP de este segmento son el Alfa Romeo Giulia, el Opel Insignia y el Skoda Octavia. Por otra parte, el Volkswagen Passat obtiene una de las notas más bajas en el examen.
Los SUV se han convertido en todo un éxito en el mercado, y a día de hoy no quedan relegados exclusivamente a zonas campestres, sino que su posicionamiento en la ciudad es más que claro. El Mitsubishi Eclipse Cross y el Volvo XC40 obtienen la mejor puntuación entre los compactos, mientras que el Porsche Cayenne y el Audi Q7 hacen lo mismo en el lado de los grandes.
Los modelos coupé son quizás los menos seguros si tenemos en cuenta su morfología, escasa altura y falta de techo, pero obtienen buenos resultados en los crash tests. El Mercedes Clase C Cabrio se alza con la mejor nota, seguido del Audi A5 Coupé.
La homologación del vehículo se basa en la respuesta del mismo ante estas pruebas, y la media de éxito se traduce a porcentajes. El sistema Euro NCAP usa una clasificación de estrellas para indicar en qué partes de la seguridad pasiva el coche responde mejor o no. 1 estrella refleja un mal resultado, mientras que 4 y 5 son lo ideal. Los resultados pueden ser consultados de forma gratuita en la web oficial de este organismo. web oficial de este organismo.